Descubrir a Dios en nuestras vidas cotidianas 29/06/2023 – Publicado en: PORTAFOLIO

Para el cristiano, los días normales no existen.
Con Cristo, cualquier día, cualquier tarea, toda situación o relación rebosa de posibilidades divinas. Dios nunca deja de obrar en nuestras vidas.
Pero, ¿somos conscientes de ello?

Deja que te cuente… es una serie de relatos verídicos sobre personas en las que Dios ha obrado (y a las que ha usado para obrar) en la típica semana de lunes a sábado. Esto no quiere decir que todas estas personas fueran conscientes de cómo obraba Dios; a menudo no lo fueron hasta que alguien les preguntó sobre el tema, o simplemente les indicó lo que pasaba. En realidad, muchos de nosotros somos así: no podemos ver lo que ven otros. De hecho, muchos de los cristianos que conozco no creen que Dios esté haciendo gran cosa en sus vidas y se esfuerzan sinceramente para descubrir cómo podrían haber hecho algo que fuera importante para Dios. A menudo, hace falta tiempo para que la gente perciba la belleza de lo que Dios ha estado haciendo.

Alentadoramente, una de las maneras en que podemos aprender a ver la mano de Dios con mayor celeridad consiste en reflexionar sobre nuestras vidas a la luz de la Biblia. Por ejemplo, podemos preguntarnos: ¿Qué vínculo o paralelo detecto entre la manera en que actuó Dios en la vida de David o de Débora y el modo en que parece estar obrando en la mía? ¿Qué fruto del Espíritu me ha ayudado Dios a manifestar (a pesar de mí mismo) en esta circunstancia?

Por lo tanto, en esta colección he procurado resaltar los vínculos entre estos testimonios contemporáneos, y los personajes y enseñanzas de la Biblia. Tengo la esperanza de que esto te ayude a leer tus propias vivencias a través de una lente bíblica y a percibir lo que Dios ha estado haciendo (o está haciendo) en tu vida. Espero también que te anime a compartir tus experiencias con otros y responder a ellas con alabanza, acción de gracias, y oración por la obra y la presencia constantes de Dios.

Ha habido incontables personas que han hablado de la obra de Dios en sus vidas a lo largo de la historia. En la Biblia hallamos numerosas exhortaciones para que contemos a otros todas las obras maravillosas del Señor (Sal. 26:7), para que una generación las explique a la siguiente (Sal. 145:4) o, como dijo Jesús al que había estado poseído por los demonios: “Vete a tu casa, a los de tu familia, y diles todo lo que el Señor ha hecho por ti y cómo ha tenido compasión de ti” (Mc. 5:19). De igual manera, existen disciplinas espirituales que han demostrado su utilidad, procedentes de muchas tradiciones, que invitan a la reflexión cotidiana sobre lo que vemos hacer a Dios y cómo nos enseña en nuestras vidas. A menudo, esta reflexión nos lleva al descubrimiento, y este puede guiarnos en distintas direcciones: al temor reverente y la alabanza, el arrepentimiento y la confesión, un entusiasmo renovado por la oración, compartir nuestro testimonio para animar a otras personas, hacer cosas nuevas en el mundo de Dios.

“Vete a tu casa, a los de tu
familia, y diles todo lo que el
Señor ha hecho por ti y cómo
ha tenido compasión de ti”.
Marcos 5:19