«El aborto», un pequeño libro con un gran mensaje 18/01/2023 – Publicado en: PORTAFOLIO
Es difícil tratar un tema tan bien, en tal brevedad y de forma tan práctica. Y más cuando se hace desde el conocimiento médico de Lizzie Ling y la sensibilidad pastoral de Vaughan Roberts.
Lo primero que hacen los autores en El aborto es dimensionar el problema: se realizan aproximadamente 40 millones de abortos en el mundo de forma anual. ¿Qué piensa Dios de esto? ¿Cómo lo afrontamos los cristianos?
El debate del aborto confronta dos derechos: el derecho a la vida contra el derecho de las mujeres a decidir sobre otra vida mientras dependa de su propio cuerpo. ¿Cómo llegar a un entendimiento entre posturas encontradas? ¿Qué derecho debe prevalecer?
Seas “pro-vida” o “pro-elección”, ambos están de acuerdo en que el óvulo fecundado ya es humano y está vivo (no es un cigoto de cabra o de cerdo). Es un cigoto humano que tiene ADN humano, con el tipo de sangre humano y con todo el potencial de formar un humano desarrollado y diferente a cualquier otro ser humano que existe o existirá.1 Pero, ¿cuándo esa vida humana pasa de ser un trozo de “carne” a convertirse en persona?
Ling y Roberts utilizan Génesis y Lucas 1 como los referentes bíblicos2 más importantes para tratar a esta pregunta.
Primeramente, Génesis establece que lo que nos hace humanos es tener la Imagen de Dios. ¿Ocurre esto desde la fecundación? ¿O una vez implantado en el útero? ¿O cuando le palpita el corazón? Ya que la vida está en la sangre (Levítico 17:11).
Y segundo, el Evangelio de Lucas presenta a Elisabet llamando desde muy temprano Señor al fruto del vientre de María. Esto hace que me pregunte, ¿hasta qué semana podría María haber abortado a Jesús antes de que se convirtiera en un ser humano con la imagen de Dios? Si un espermatozoide tarda entre 45 minutos y 12 horas en fecundar un óvulo, ¿hasta qué momento podría María haber tomado la píldora del día después sin estar en peligro de destruir la Imagen de Dios?
Este libro deja claro que la concepción cristiana del comienzo de la vida es en el momento de la fecundación. Me resulta paradójico que en realidad esto ya se refleja de alguna forma dentro de la ley Española. La ley establece que el daño que recibe una criatura desde su fecundación es delito y conlleva penas de prisión e inhabilitación (Artículo 157). A no ser que… la madre decida que no lo quiere y lo aborte, por lo tanto deja de tener derechos de persona. Una incongruencia legal de gran inconsistencia.
Ling y Roberts se atreven a contestar la pregunta más difícil de todas: ¿qué ocurre cuando se trata de una violación? Esta pregunta emocional es contestada desde la emoción de un testimonio real:
Fui concebido después de que violasen a mi madre… y nací al año siguiente… No me puedo ni imaginar la angustia que sintió mi madre después de que la violaran y se enterase de que estaba embarazada… Sin embargo estoy agradecido de que me tuvo dentro de ella y me dio vida. Unos padres maravillosos me adoptaron el día que nací y estoy aquí hoy después de haber llevado una vida larga y feliz porque decidió darme a luz.3
Los autores concluyen con un gran énfasis en el evangelio de la reconciliación. La reconciliación de todas las relaciones en un mundo caído y del mundo con Dios. Un mensaje de esperanza para todas las mujeres, hombres y familias que tienen que lidiar con la tragedia del aborto.
(1) Ling, Lizzie y Vaughan, Roberts, El aborto. Andamio Editorial. 2020. p. 40
(2) Ling, Lizzie y Vaughan, Roberts, El aborto. Andamio Editorial. 2020. caps. 2 y 3
(3) Ling, Lizzie y Vaughan, Roberts, El aborto. Andamio Editorial. 2020. p. 86
Josué García, pastor de la Iglesia Protestante de Salou, Doctor en Teología y Filosofía (Apologética), y profesor del IBSTE y la EET. Casado y padre de dos adolescentes.