«El sermón del monte» 01/07/2021 – Publicado en: PORTAFOLIO

Este libro de John Stott, como todos los escritos de este impecable expositor, es luminoso, equilibrado, erudito, sencillo y penetrante, como conviene al tratarse del Sermón más importante de la Historia, en el que el Señor pone de manifiesto sus credenciales y establece el carácter de su reino al inicio de su ministerio.

Menos no se puede pedir, ya que el propio Sermón despliega con luminosa claridad, perfecto equilibrio moral y espiritual, sencillez y profundidad, un mensaje cuyo efecto en sus oyentes fue de asombro ante la autoridad con la que Jesús lo pronunció, y que ha reverberado a lo largo de los siglos como expresión máxima del carácter de Dios.

Por este motivo, cualquier expositor del Sermón se enfrenta con un dilema: cómo exponerlo sin desmoralizar a sus lectores ante la exigencia moral y espiritual de las palabras de Jesús. El Señor no dejó lugar a dudas: “Por tanto, todo el que oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. (…) Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena” (Mt. 7:24-27).

John Stott resuelve esta cuestión al recordarnos que la salvación no depende de nuestros esfuerzos por cumplir la ley de Cristo, sino que es otorgada por la gracia de Dios por medio de la fe. Solo así podemos vivir la vida cristiana, confiados en la misericordia de un Dios que es nuestro Padre, dispuesto a ayudarnos en todos los trances de la vida.

Todo lo cual no nos exime de asumir la radicalidad del Sermón, que nos invita a “ser atrapados por este potente cambio de nuestra manera de concebir la vida”. El propio John Stott escribe en su Prefacio: “He estado examinándolo constantemente por lo menos durante los siete últimos años. En consecuencia, mi mente ha estado luchando con los problemas que el Sermón plantea y mi corazón ha ardido por la nobleza de sus ideales”.

Cuando el Señor descendió del monte, nos cuenta Mateo, le seguía mucha gente. “Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció” (8:2-3). Así de compasivo es el Señor, y su “Quiero; sé limpio” nos permite volver al Sermón más sublime con confianza y fe.

Recomiendo el libro de John Stott como un manantial de agua limpia que trae refrigerio a nuestras almas, el propósito último, no lo dudamos, del propio Sermón.

Stuart Park nació en Preston, condado de Lancashire (Inglaterra) en 1946. Licenciado en Filología Románica en la Universidad de Cambridge, es doctor en Literatura Española por la Temple University de Philadelphia, (EE. UU.). El autor ha publicado varios libros sobre temas bíblicos y fue galardonado con el premio Jorge Borrow de Difusión Bíblica de 2015. Desde 1976, Stuart Park reside en Valladolid.

El sermón del monte

Es sin lugar a dudas uno de los sermones más poderosos de la Biblia.

El Sermón del Monte tiene una seducción singular. Parece presentar la esencia de la enseñanza de Jesús. Hace que la bondad nos resulte atractiva. Desafía nuestra forma mediocre de hacer las cosas. Engendra sueños de un mundo mejor.

Si la iglesia aceptara en forma realista las normas y valores de Jesús tal como aquí se exponen, y viviera por ellos, sería la sociedad alternativa que Jesús siempre se propuso que fuera, y ofrecería al mundo una auténtica contracultura cristiana.

John Stott procura enfrentar con integridad los dilemas que el Sermón del Monte hace surgir en los cristianos modernos y nos invita a ser atrapados por este potente cambio de nuestra manera de concebir la vida.

El Sermón del Monte, como otros escritos de John Stott, se caracteriza por el propósito de exponer el texto bíblico con fidelidad y aplicarlo a la vida contemporánea. Tenemos la certeza de que Dios aún habla hoy a través de lo que ya ha hablado.