«Nos dice que la única manera de vivir de verdad, es morir» 06/07/2023 – Publicado en: PORTAFOLIO
Mi serie preferida de todos los tiempos es la serie británica de ciencia ficción Doctor Who. El Doctor se enfrenta a situaciones de vida o muerte casi todos los días. Estar a punto de morir es para él como desayunar para ti o para mí. No obstante, en uno de los episodios, las condiciones cambian. El Doctor y sus amigos experimentan dos mundos: uno es un sueño; el otro es un mundo real. Si mueren en el mundo de los sueños, se despiertan en la realidad. Si mueren en el mundo real, están muertos. Pero el problema es este: no saben cuál es cuál.

La Biblia nos ofrece otro mundo, otra afirmación sobre la realidad. Nos dice que la única manera de vivir de verdad, ahora y por la eternidad, es morir. Y ese tiempo se está agotando. Jesús dice: “Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará” (Mt. 16:24-25).
Todos los días lucho por creer en el mundo de Jesús. No me refiero a aceptarlo en el plano mental. Considero las alternativas menos convincentes por las razones que he presentado en este libro. Pero lucho en mi corazón por vivir esta verdad: negarme a mí misma, tomar mi cruz, creer que Jesús es mi vida. Y, sin embargo, todos los días encuentro huellas de este hombre imposible en mi vida, llamándome a participar en una historia mucho más grande y extraordinaria de lo que mi propia vida podría llegar a ser.
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Amigo o amiga, si te estás conformando con creencias diferidas y esperas que el universo tenga un plan; si crees que la igualdad de los seres humanos es evidente, pero no sabes por qué; si te preguntas si alguien que conociera tus pensamientos secretos podría amarte de verdad, ven a Jesús. Ven al hombre que trajo esperanza a los esclavos oprimidos. Ven al hombre que llama a los muertos a salir de sus tumbas. Ven al hombre que podría haber cubierto la culpa de Dzhokhar Tsarnaev cuando el toldo del barco en Watertown no pudo. Acércate al hombre que encontró a mi amiga Rachel en una biblioteca de Yale cuando se dio cuenta de lo poco que merecía su misericordia y de lo mucho que la amaba Jesús y su corazón se llenó de agradecimiento al entregarse a él.
“Yo soy la resurrección y la vida”, le dijo Jesús a Marta. Y ahora te dice a ti lo mismo: “El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?”.
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Foto de Morgan Housel en Unsplash