«Sal»: «Nunca ha habido tanta necesidad de compartir a Cristo con el mundo» 17/06/2021 – Publicado en: PORTAFOLIO
Si hay algo que une a todos los cristianos, ahora y a lo largo de la historia, es nuestra gozosa seguridad de que lo más grande que ha sucedido en nuestro planeta es el nacimiento, la muerte, la resurrección y la ascensión de Jesucristo. ¡El mensaje del evangelio es la mejor noticia!
Entonces, yo me pregunto: si esto es así, ¿por qué a tantos cristianos les cuesta horrores compartir la gloriosa noticia del evangelio? ¿Cómo podemos creer que no hay mejor noticia en el mundo y, sin embargo, sentirnos incapaces o poco dispuestos a contarla a los demás?
Mi marido Dick y yo llevamos muchos años dedicados al ministerio de la evangelización en EE. UU. y en todo el mundo. Hemos trabajado en todos los continentes y recientemente hemos vivido siete años en Europa, donde se encuentran algunos de los lugares más seculares de la tierra.
Hace dos años, cuando volvimos a instalarnos en EE. UU., me entrevistaron en un programa de radio nacional que incluía un tiempo de preguntas por parte de los radioyentes. El productor dijo antes de la entrevista: “Becky, sé que tú y tu marido habéis viajado por todo el mundo hablando de evangelización y que recientemente habéis vivido y servido en Europa. Tienes que saber que las cosas han cambiado en EE. UU. Siendo honesto, los cristianos estadounidenses parecen estar mucho más interesados en vivir el evangelio y dar testimonio sirviendo a los necesitados de su ciudad que en cualquier expresión verbal de la fe. Siendo muy honesto, creo que no hay interés por ese tipo de evangelización. Así que no te preocupes si nadie llama por teléfono”.
¿Qué pasó después de la entrevista? ¡Todos los teléfonos empezaron a sonar! ¡Llamó gente de una punta a la otra del país!
Los comentarios que hicieron fueron muy reveladores. Todos los que llamaron hablaron de alguien que les importaba mucho y que no era cristiano, pero reconocieron que sentían temor ante la idea de entablar una conversación sobre cuestiones espirituales. Dijeron que anhelaban que sus amigos conocieran a Cristo, pero que se sentían incapaces de hablar de la fe y por eso oraban para que otro cristiano lo hiciera por ellos. Todos sus miedos eran similares: ¿Cómo puedo plantear el tema de la fe de forma natural? ¿Qué pasa si los ofendo o me rechazan? ¿Qué pasa si plantean preguntas que no sé responder? Casi todos dijeron que ojalá sus iglesias les enseñaran a evangelizar, no con fórmulas que tenían que memorizar y usar por igual con todas las personas, sino de la forma que yo había descrito en la entrevista.
Una cosa tengo clara: nunca ha habido tanta necesidad de compartir a Cristo con el mundo, empezando por nuestros vecinos, y nunca los creyentes se han sentido tan poco equipados para ello.
¿Por qué a los cristianos, especialmente en Occidente, les cuesta compartir su fe? Mientras que en casi todas las partes del mundo el cristianismo está creciendo de forma espectacular, ese no es el caso en Occidente. Europa y Canadá son seculares, poscristianas. Las estadísticas sugieren que los EE. UU. avanzan con paso decidido
en la misma dirección. Cada vez hay más voces influyentes que se muestran hostiles y opuestas a la fe cristiana. Las principales corrientes que dan forma a nuestra cultura presentan enormes desafíos para el evangelio: el colapso de la verdad absoluta; el cambio de la autoridad objetiva por la preferencia personal; el crearse una “religión a conveniencia”, escogiendo qué creer y qué no creer; la revolución sexual… La lista continúa.
Ante esta realidad, algunos cristianos se sienten enojados.
Algunos cristianos se sienten intimidados.
Algunos cristianos se sienten derrotados.
Yo me siento esperanzada.
Porque, aunque vivimos en tiempos difíciles para el evangelio, también vivimos en tiempos extraordinarios llenos de oportunidades para el evangelio. Como mi amigo Os Guinness, el conocido crítico social, ha escrito:
“Esta época es simplemente la mayor oportunidad para el testimonio cristiano desde los tiempos de Jesús y los apóstoles, y nuestra respuesta debería ser aprovechar la oportunidad con imaginación y valentía. Si alguna vez la ‘puerta grande y eficaz’ de la que Pablo escribió se ha vuelto a abrir para el evangelio, es ahora” (Fool’s Talk, p. 16).
Sal. En un mundo cambiante, el evangelio sigue siendo relevante, Becky Pippert
“Fuera del salero fue uno de los libros más importantes sobre evangelización de mi generación. Sal podría ser el mejor libro sobre evangelización para la próxima generación. No conozco un libro más lúcido o penetrante sobre el testimonio cristiano”.
Timothy Keller
“Becky y su marido Dick han evangelizado y enseñado sobre evangelización en seis continentes, y además han vivido siete años en Europa, la región más secular del mundo. Sal combina toda la experiencia de Becky con su profundo conocimiento bíblico. Este es uno de los mejores libros para animarnos a evangelizar de forma fiel en el siglo XXI. Compra varias cajas y distribúyelo tanto como puedas”.
Donald A. Carson
“Este libro no solo es inspirador y conmovedor, sino que renovará tu asombro ante el evangelio y ante el privilegio de compartirlo”.
Lindsay Brown
“Fresca, natural y directa, Becky Pippert es una de las comunicadoras más fructíferas de nuestros tiempos y convierte la evangelización en lo que debería ser: las mejores noticias de la historia para todos los que las conocen y para compartirlas con todos los que no las conocen”.
Os Guinness