Un café con Steph Williams, la autora de «¡Nunca eres demasiado pequeño!» 31/03/2022 – Publicado en: PORTAFOLIO
Para conocerte un poco mejor, ¿qué libro estás leyendo ahora?
Estoy leyendo de nuevo Sal, de Rebecca Manley Pippert y What’s so Amazing about Grace, de Phillip Yancey, porque estoy buscando un libro para prestarle a un amigo.
Aunque cumplí los 40 este año, una de las cosas que me encanta es leer libros ilustrados para niños, e incluso los pido por Navidad o por mi cumpleaños, ¡soy yo quien los quiere en vez de mis hijos! El último que leí fue Horrible Bear, un revelador libro ilustrado sobre la ira (no es literatura cristiana). Me gustaría escribir e ilustrar algunos libros desde una perspectiva cristiana sobre estos temas, como la ira, la ansiedad y el acoso. Hace poco leímos The Big Wide Welcome, de Trillia Newbell, que transmite muy bien un mensaje bastante necesario, ¡para los niños y también para los adultos!
¿Qué te llevó a crear y diseñar libros para niños?
Dos cosas.
Primero, los libros de historias de la Biblia que teníamos siempre en nuestras estanterías eran “aburridos”, con ilustraciones pasadas de moda. Mis hijos me preguntaban: “¿Por qué no leemos otra historia más entretenida en lugar de una bíblica?”. Esto no ocurre porque la Biblia en sí sea aburrida. Creo que se ha puesto el foco en lo que se consideraba una traducción fidedigna, pero sin prestar suficiente atención a que el lenguaje y la extensión del texto sean adecuados para esa edad, así como a la parte artística y a la calidad de redacción de la historia.
Las editoriales cristianas están cambiando y ahora tenemos historias de la Biblia mejor ilustradas y mejor relatadas, que son precisas y veraces en cuanto al texto bíblico, ¡y a mis hijos les encanta escoger cuáles quieren leer! Espero que los míos se añadan a este grupo y suplan esa carencia. Creo que generalmente apuntamos demasiado alto y puede que los niños aprecien algo más sencillo; así que, aunque mis libros están dirigidos a edades entre 0 y 3 años, pienso que también pueden gustar a los de hasta 7 años ¡o incluso mayores! ¡Un libro para niños bien redactado puede enganchar a cualquiera!

En el proceso de escribir mis libros, siempre estudio comentarios bíblicos y suelo investigar el griego original de las palabras del pasaje. Puesto que están enfocados en una edad tan precoz, suelo tener que cambiar las palabras con bastante frecuencia para reflejar el texto de manera fidedigna y, a la vez, que el contenido sea comprensible para un niño pequeño. Esto implica que debo revisar qué significa exactamente cada palabra y cómo transmitir el mensaje de ese pasaje con exactitud. ¡A veces me da la sensación de que es una especie de traducción de la Biblia a otra lengua!
Además, disfruto muchísimo al estudiar estos pasajes. Por ejemplo, qué extraordinario es para muchos no creyentes escépticos de nuestra cultura, que sostienen la idea preconcebida de que la Biblia es misógina, ver que Jesús le dice a María que debería estudiar sus enseñanzas junto con sus discípulos varones, en lugar de estar en la cocina. Me encanta ver a qué le da valor Jesús y lo convierte en lo más importante en contraste con nuestro legalismo humano y entendimiento superficial. Y este es un pasaje fantástico que manifiesta el reto del Nuevo Testamento: ¿reconocerás quién es Jesús y te encontrarás con la persona más importante de toda la historia y su obra para darle una respuesta?

El segundo motivo por el que escribo mis libros es que quería regalar libros cristianos para niños a familias no creyentes con quienes tenía amistad, pues pienso que es una forma estupenda y sencilla de compartir el evangelio. Pero gran parte de los libros que encontraba simplemente contaban los detalles físicos de la historia sin dar una explicación de lo que sucedía y el porqué. He intentado relatar las historias de modo que la idea del pasaje quede clara y, así, pueda ser un medio para compartir el mensaje de la Biblia. ¡Me ha encantado que mi editor añadiese “notas para los adultos” al final del libro!
¿Cómo animarías a los niños a que lean más?
¡Ese es un verdadero reto hoy con toda la electrónica, el Minecraft y demás! Nosotros pasamos tiempo en familia leyendo a nuestros hijos y mostrándoles entusiasmo por los libros. Yo misma observo las ilustraciones siendo adulta, porque pienso que esa ilusión se puede transmitir si tú mismo lo disfrutas. Añade muchísima expresividad cuando leas a tus hijos pequeños. Aprovecha las oportunidades que tengas de que tus regalos sean libros, y de llevarlos contigo cuando tengas que esperar en una cola o en otros momentos que encuentres entre los recados. Estamos en un grupo de WhatsApp para padres de nuestra iglesia y entre todos solemos recomendar libros cristianos para niños. En los calcetines de Navidad, nuestros hijos se encuentran con libros. Quizá valores la opción de limitar el tiempo que pasan con los dispositivos electrónicos y así puedan leer más, ¡pero evita decirles que ese es el propósito para que no rechacen los libros!
Asegúrate de que dispones de relatos cristianos de buena calidad en casa. Son una inversión que merece la pena. Hace poco, leí que se ha demostrado que las historias influyen en asuntos como el acoso. Jesús mismo hacía uso del relato y de apoyos visuales (por ejemplo, al poner a un niño frente a sus discípulos en Mateo 18). Podría haber cargado un gran letrero con su mensaje resumido en una frase clara y lógica, y así podría haber alcanzado a muchas personas. En lugar de esto, pasó tiempo con aquellos a quienes les contaba un montón de historias. Si Dios mismo considera que ese método de comunicación es efectivo, ¡creo que nosotros también debemos considerarlo así!

¡Cuéntanos! Tres consejos a la hora de elegir historias para los más pequeños
- Vete a lo simple, sea cual sea la edad de los niños, no alargues las historias de la Biblia. La extensión no va reñida con la calidad. Lo breve, si bueno, dos veces bueno. Mis hijos tienen 6, 9 y 11 años, y aún disfrutan leyendo un libro ilustrado todos juntos (quizá la excusa es el hermano de 6, pero todos se terminan enganchando). Espero que mis libros contengan un toque de humor y suspense que capte la atención de cualquier edad. En esta serie, algunos textos son más largos y otros más cortos para ampliar la variedad. Recomiendo hacer preguntas sobre los personajes y sobre la historia también, o proponer un motivo de oración al final que ayude a poner en práctica la enseñanza.
- Comprueba el mensaje. Busca historias de la Biblia que estén de acuerdo con el texto bíblico, no solo te fijes en que haya animales en las ilustraciones, aunque esto a veces está bien. Evito historias que incluyen demasiados detalles sobre lo que pensaban los personajes o su trasfondo, que desconocemos porque no aparece en la Biblia, y prefiero aquellas donde queda bien reflejado el pasaje bíblico. Piensa en el mensaje que está transmitiendo el libro y si es la idea principal de ese pasaje. Esto no quiere decir que las palabras tengan que ser las mismas que en el texto bíblico, porque a veces es necesario hacer cambios para ayudarles a entender las palabras de la Biblia. Es genial leer historias de la Biblia simultáneamente con el texto bíblico, y reflexionar en la forma en que el libro está explicando el pasaje (esto aparece al final de mis libros).
- La parte artística cuenta. Los cristianos solemos ser reticentes al aceptar que el arte es un factor importante en nuestra comunicación, pero Dios nos ha hecho creativos como él, que es el Creador que creó un mundo de belleza. La Biblia pone en valor el cántico y el relato como parte de la comunicación cristiana. Por ello, ¡escoge historias con buenas ilustraciones y buenos relatos que disfrutéis tus hijos y tú! ¡Recordarán una historia bien contada, y querrán volver a leerla una y otra vez!
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