El mayor problema de nuestra sociedad es el de la “soledad de las multitudes”. No estamos solos físicamente, por el contrario, vivimos rodeados de gente; pero no tenemos ni tiempo ni interés en entablar con los que nos rodean una relación humana amistosa.
La soledad del hombre está ligada al miedo. Los seres humanos viven, en nuestra cultura occidental, cada vez más solos y con más miedo. Así el miedo engendra la soledad y la soledad engendra miedo. Para curar al mundo es necesario dar a los hombres una respuesta a estos males y restaurar en ellos el sentimiento de la comunidad.
Solo la Iglesia puede responder a la inmensa sed de comunidad que atormenta al mundo de hoy. Solamente Cristo puede transformar nuestra soledad y miedo en una experiencia positiva y refrescante.
“Paul Tournier es un brillante pensador y escritor, tal vez el terapeuta cristiano más influyente del siglo XX”.
John Ortberg
“Los libros de Tournier son y serán instrumentos de sanidad interior y bálsamo para muchas personas hoy. La radiante luminosidad de su obra va a iluminar la oscuridad de innumerables corazones rotos, abrumados, solos”.
Pablo Martínez Vila