El saqueo de Roma por los Tercios españoles y lansquenetes alemanes, en 1527, cambió el mundo de los espíritus. El papa Clemente VII, el papa guerrero y vengativo, no solo fue destituido sino que, tras ser saqueados los palacios e iglesias, dejó ver toda la corrupción interna del clero. Espíritus despiertos como Francisca Hernández y el mundo de las beatas, también quisieron sacar provecho de la religión, y multitud de mujeres salieron por toda Castilla mostrando santidad, exhibiéndose flacas y amarillas y revelando el futuro de los vivos y los muertos. Esta libertad de formas y pensamientos fue aprovechada por los hombres doctos de la Reforma en España para enseñar el modo de encontrar seguridad de salvación basándose en el Evangelio y las cartas del apóstol Pablo.
«Es un relato que nos transporta fielmente a un tiempo y unos lugares donde los personajes que los habitaron mostraron momentos brillantes que permitían la esperanza para quienes les rodearon. Sin embargo, cargaron con muchas de las sombras que el corazón humano puede arrastrar».
Febe Jordà, pedagoga y escritora